En esta segunda parte de los principales “dolores de cabeza” que sufren los dircom y cómo abordarlos, comentamos aspectos tan importantes de la actividad del director de comunicación como la gestión de la marca y su imagen, el conocimiento del entorno regulatorio y del mercado, la adaptación a la cultura local, la gestión de equipos interdisciplinares, la comunicación interna o los cambios en las expectativas de los grupos de interés.
TRANSCRIPCIÓN DEL EPISODIO:
En el anterior episodio de Píldoras de Comunicación hablamos de algunos de los retos y problemas a los que se enfrentan los directores de comunicación cada día.
En este nuevo episodio vamos a continuar describiendo estos desafíos, para los cuales, los dircom necesitan estar constantemente actualizados, no solo en los aspectos relativos a la marca, el negocio y el sector, sino, también, al entorno económico, político, legal, etc.
Y vamos a comenzar con uno de los grandes caballos de batalla de las marcas y, por tanto, de los responsables de comunicación que es la creación de contenidos de calidad. Cuando hablamos de contenidos, nos referimos, por supuesto, a los textos de todo tipo y para todos los canales, pero también a imágenes, presentaciones, infografías, vídeos, etc. La calidad de todos estos formatos es fundamental para atraer y retener a los diferentes públicos de la organización y la base de todos ellos siempre debe ser la estrategia.
Una vez que se han establecido los mensajes en función de los objetivos, los públicos y los canales, llegará la hora de redactar los copys, guiones y textos correspondientes. Sin duda, desde hace unos meses la Inteligencia Artificial ofrece una herramienta que facilita una mayor productividad y rapidez en este sentido, pero, si queremos que nuestros contenidos sean realmente útiles, aporten valor y atraigan a los públicos debemos partir de una estrategia clara de contenido, apoyada por creatividad, originalidad y diferenciación. Por ello, es muy necesario el apoyo de especialistas en copywritting, bien sea integrados en la propia organización o contratados externamente.
Una vez que contamos con los contenidos, llegará el momento de aplicarlos a los diversos formatos, ya sea directamente texto, imagen, vídeo, etc. En el caso de imágenes y vídeos, la calidad final es muy importante, ya que un buen contenido, mal desarrollado, fracasará igualmente. Sin duda la contratación de diseñadores o editores profesionales es de gran ayuda en este sentido.
Por último, a la hora de generar contenido de calidad, es clave escuchar a los públicos, para evolucionar y mejorar de forma continua, de manera que consigamos una comunicación más eficaz y una mayor satisfacción de nuestras audiencias.
En segundo lugar, otro de los grandes retos que afrontan los dircom y que forman parte de sus principales funciones es la gestión de la marca y de su imagen. Para ello es necesario que se establezcan pautas claras para el uso de la marca, mediante el correspondiente manual y que se implementen estrategias para proteger la imagen de la organización, mediante un plan de crisis apropiado. Hoy en día, especialmente por las redes sociales y todo el entorno online, las crisis de imagen pueden surgir en cualquier momento y son más difíciles de controlar y sofocar que en la época anterior a Internet. Por eso es más necesario que nunca contar con un plan de crisis que tenga en cuenta todos los posibles canales.
Por otro lado, uno de los aspectos a los que se enfrenta el dircom y que está relacionado con el punto anterior es conocer con la mayor profundidad posible el entorno regulatorio, lo cual incluye estar al tanto de los cambios en el entorno político y legal, especialmente los que puedan afectar a la estrategia de comunicación. La solución es trabajar en estrecha colaboración con los departamentos legales y de cumplimiento, para asegurarse de que la comunicación esté alineada con todos los requisitos, para que la marca esté más protegida y la comunicación desprenda una mayor confianza.
Además, el director de comunicación debe convertirse en un especialista a la hora de adaptarse a la cultura local, lo cual es especialmente aplicable en el caso de las empresas multinacionales. La comunicación efectiva requiere una comprensión profunda de las diferentes culturas y su impacto en la percepción de la marca. La estrategia de comunicación debe tener en cuenta una adaptación a las diversas culturas locales y utilizar las mejores prácticas en la comunicación intercultural. Para ello es importante conocer los diversos mercados y, especialmente, las diversas características de los públicos en los distintos mercados locales, para poder comunicar con ellos de manera apropiada.
En ocasiones, otra dificultad a la que se enfrentan los directores de comunicación es la gestión de equipos interdisciplinares, para que sea posible el éxito en la estrategia de comunicación. Los equipos interdisciplinares se caracterizan por tener conocimientos, experiencias y habilidades diversas, que deben confluir hacia un mismo objetivo. La mejor forma de solventar esta dificultad es establecer objetivos claros y roles definidos para los diferentes miembros del equipo y asegurarse de que se fomente la colaboración y la comunicación efectiva, teniendo muy claros los objetivos y la estrategia a seguir. También es importante proporcionar oportunidades de capacitación y desarrollo para los miembros del equipo, buscando una mayor eficacia, satisfacción y compromiso por parte de los miembros del equipo.
Nunca debemos olvidar, que la comunicación corporativa no se dirige, únicamente, a los clientes y potenciales clientes. Hay diversos públicos a los que nos dirigimos y, por tanto, debemos hacerlo de forma conveniente en cada caso. En ocasiones, los cambios en las expectativas de los stakeholders o las diversas partes interesadas en la marca pueden afectar la estrategia de comunicación de la organización. La solución para este reto es indagar continuamente las expectativas de dichos grupos de interés y adaptar la estrategia de comunicación en consecuencia. Para ello es clave la creación de canales de comunicación efectivos para mantenerse en contacto con los diferentes públicos de forma efectiva.
Siguiendo con los diversos públicos, los empleados son un público estratégico fundamental, ya que de ellos depende la actividad del negocio y la imagen de la marca. Por eso, la comunicación interna dentro de la organización es esencial para garantizar una implementación efectiva de la estrategia de comunicación. Establecer canales de comunicación claros y fomentar una cultura de comunicación abierta y transparente debe ser una prioridad. Esto incluye la creación de un sistema de comunicación interna mediante los canales apropiados, la organización de reuniones regulares y establecer mecanismos para conocer sus opiniones y fomentar sus iniciativas. Todo esto redundará en una mayor cohesión y alineación en la organización y, además, mayor implicación y productividad por parte de los empleados.
Por último, quiero destacar un punto importante que, en ocasiones se deja únicamente en manos del departamento de marketing, pero que debe ser conocido en profundidad por el director de comunicación: el conocimiento del mercado. Es esencial que los directores de comunicación tengan un profundo conocimiento del mercado en el que opera la organización. Estar al tanto de las investigaciones y estudios de mercado ayuda a comprender mejor las necesidades y expectativas de los clientes y adaptar la estrategia de comunicación en consecuencia. También es importante mantenerse al día con las tendencias y cambios que se producen en el sector para promover una mayor satisfacción y fidelización de los clientes. Además, también puede ayudar a identificar nuevas oportunidades y mantenerse por delante de la competencia.
Terminamos este capítulo de Píldoras de Comunicación, esperando que te haya resultado interesante y útil. ¡Te espero en el próximo!