Todas las empresas, incluso las más pequeñas, necesitan un plan estratégico de comunicación adaptado a su realidad. No pienses que es algo complicado y solo al alcance de las grandes corporaciones. Con conocimientos sobre tu propia compañía y siendo consciente de la importancia de este proceso, puedes elaborar un plan que proporcione respuestas a la comunicación empresarial de toda la organización de manera integral.
¿Qué es el plan estratégico de comunicación?
El plan estratégico de comunicación es la guía que establece los puntos clave de la comunicación de una empresa o institución, siempre desde una visión estratégica. Dicho de otro modo, es un documento fruto de la reflexión de la dirección empresarial, que recoge la planificación y las acciones generales en términos de comunicación.
El plan de comunicación empresarial ayuda a fortalecer el plan de marketing y se debe diseñar acorde a los objetivos del negocio. Esta planificación te ayudará a tener una guía clara en todas las decisiones que te permitirá concretar el camino para alcanzar las metas establecidas, obteniendo así los mejores resultados posibles.
Fases del plan estratégico de comunicación
A la hora de elaborar el plan estratégico de comunicación debes ser analítico e intentar contemplar tu organización de manera objetiva. Solo así podrás realizar un diagnóstico certero sin dejar que tu propia visión y subjetividad te condicionen. Dentro de este proceso se distinguen varias etapas.
Fase 1. Análisis inicial
En esta etapa debes realizar una evaluación del entorno y de tu propia empresa. Por tanto, en el análisis externo habrás de investigar sobre aspectos como el mercado, la competencia, las tendencias del sector o las necesidades de tu público objetivo.
En el análisis interno, por su parte, céntrate en observar tu propia organización con espíritu crítico. En este sentido, realizar un análisis DAFO en el que examines tus propias debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades te resultará de gran ayuda.
Fase 2. Objetivos
Una vez conoces la realidad de tu empresa, es momento de establecer los objetivos de comunicación que apoyan la consecución de los objetivos de negocio. Propón metas realistas a corto, medio y largo plazo y revísalas de manera periódica.
No te quedes en ideas sueltas: los objetivos han de ser concretos y debes expresarlos en términos cualitativos y cuantitativos. Intenta establecer objetivos que sean susceptibles de medición.
Fase 3. Diferenciación y posicionamiento
¿Qué aporta tu empresa que no ofrezcan las demás? En este punto has de ser capaz de distinguir aquello que realmente te diferencia de la competencia y que hace único a tu negocio. Reflexiona sobre cuál es la propuesta de valor que tu marca tiene para proponer y cómo vas a comunicarlo.
En esta etapa se decide también cuál es el posicionamiento que la marca va a perseguir en el mercado en base al análisis que se ha realizado previamente. ¿Cómo queremos que nos perciba la audiencia? ¿De qué manera vamos a situarnos en la mente del consumidor? ¿Cuáles son los valores asociados a nuestra comunicación?
Fase 4. Estrategia y acciones
No existe una estrategia única que responda a las necesidades de todas las empresas. Esta se debe ajustar al contexto de tu empresa y debes decidirla en base a las fases anteriores.
La estrategia escogida determinará una serie de acciones que tendrás que poner en marcha de manera planificada. No te olvides de encontrar un concepto que encaje con tu estrategia y de invertir buenas dosis de creatividad para que tu comunicación sea eficaz.
Fase 5. Calendario y medición
Lanzarse a realizar acciones de comunicación sin un calendario preciso es una locura. La organización del tiempo y el saber elegir los periodos correctos te va a ayudar a mejorar tus resultados. Puedes aprovechar esta etapa para repartir el presupuesto en cada una de las acciones previstas.
Aunque la medición de los resultados se realice a posteriori, esta se debe prever con antelación para no descuidar el análisis de los datos. Calcular el rendimiento del plan de comunicación te va a permitir implantar mejoras en las próximas acciones de comunicación externa e interna.
Si estás decidido a crear un plan estratégico de comunicación para contribuir a la consecución de los objetivos de tu negocio, no descuides ninguna de las fases de elaboración. Solo así obtendrás un documento final que sea, verdaderamente, una brújula para tu comunicación.