Pensemos por un instante en los miles de estímulos sensoriales que recibe nuestro cerebro durante el día…
Si esta reflexión la llevamos al plano de la creatividad, es obvio pensar en lo complicado que puede llegar a ser, dar con la tecla correcta para que al transmitir una idea, ésta llegue al receptor y permanezca en su cerebro al menos durante un período de tiempo razonable, luchando por aflorar en la memoria, rodeada de otras miles de ideas.
Yo soy de ese tipo de personas, que creemos en el diseño como exponente de la creatividad, la parte real donde se materializa ese aspecto intangible de una IDEA, es decir lo que la idea no puede “explicar” por sí misma; su intención última (aquel poso que queremos dejar en el receptor eternamente…). Eso lo debe “contar” el diseño.
Es pues evidente, la importancia de asociar a cada idea su diseñopropio. En términos de abstracción podemos tener en torno al concepto “IDEA” el siguiente esquema básico:
IDEA Creatividad = espíritu / alma / esencia
Diseño= materia / cuerpo / realidad
La suma de las dos mitades consigue la expansión y transmisión de la Idea
Por tanto, en nuestro afán por transmitir “lo más universalmente posible” las ideas, debemos conjugar las dos mitades. Para ello debemos romper la barrera que supone casi siempre la lógica humana, que a priori, nos intentará convencer de que sólo hay un camino posible para realizar la comunicación.
Sólo nos limitará nuestro propio punto de vista, si no somos capaces de conseguir algo más que una visión lineal.
Pongo el ejemplo de imaginar infinitos tipos de bosques partiendo del concepto “árbol”: un bosque es un bosque (está claro) y un árbol es un árbol (no, no me he vuelto loco), pero hay tantas morfologías de bosque como especies vegetales con raíz, tronco, ramas y hojas; de abetos, de hayas, de encinas, de palmeras… Podemos decir que una idea puede tener múltiples apariencias y todas ser la misma Esencia.
Una vez liberados de nuestra atadura lógica, la creatividad de cada uno nos mostrará diversos caminos para lograr el objetivo de la comunicación, así pues tendremos tantos diseñosválidos como posibles creatividades. Esto es genial, entonces ¿dónde está el problema?…, ya somos capaces de tener múltiples visiones para la misma esencia. Pues desde este punto, la prioridad del diseñador debe ser la Síntesis, para alcanzar la esencia de la idea (eso a lo que me refería al principio: a través de un buen diseño lograr retener la idea en el receptor entre miles de estímulos).
Lograr la esencia con los mínimos “accesorios” gráficos y visuales es lograr el objetivo que deseamos para toda idea: brillar por sí misma con la intensidad que se merece, sin interferencias, distracciones y elementos debilitadores, para lo cuál no nos queda otro camino que retomar la lógica de la que tan espantosamente huíamos al principio.
Pero ojo, EN DISEÑO GRÁFICO NO TODO VALE. Los que piensen que el fin justifica los medios, están equivocados: “cualquier diseño vale para transmitir cualquier idea sólo por el hecho de ser llamativo o impactar en el momento” es un axioma erróneo. Puede que haya un impacto inicial, pero si no va asociado a una creatividad lógica, no tendrá ningún sentido y se perderá su recuerdo rápidamente.
En ocasiones una creatividad mal o poco desarrollada, se rodea y enmascara de elementos que no hacen si no debilitar más la idea: se juega en exceso con el color, se redactan textos poco concisos, sin profundidad, se busca una imagen que poco o nada tiene que ver con la esencia, se satura el espacio visual… en definitiva se trabaja mal.
Llevo casi 30 años en este maravilloso mundo de la comunicación y el diseño gráfico y he visto de todo y he conocido de todo. Hay que ser conscientes de que no se puede diseñar a lo loco y a ver qué sale (eso no sería diseño) y por desgracia cada vez el mercado está más saturado de “pintamonas” que desacreditan nuestra profesión.
La frase “la creatividad es un 30% de inspiración y un 70% de transpiración” nos da muchas claves de por dónde van los tiros, pero ese esfuerzo en el desarrollo de la idea es lo que tamiza la transpiración para convertirla en inspiración. La creatividad tiene unos sólidos pies para moverse por aquí y por allí en el mundo de la comunicación: ¡aprovechémosla al máximo, seamos profesionales!.
Desde aquí animo a todos a potenciar su creatividad y a valorar el trabajo bien hecho.
Jorge González
Director de Arte