Fallaron todas las quinielas. Ninguno de los expertos e informados periodistas, colaboradores, tertulianos, etc., que nutren los medios de comunicación, acertó sobre quién sería el nuevo Papa, aún habiendo dedicado al tema horas de radio y televisión y ríos de tinta en prensa.
Esto lleva a varias conclusiones y entre ellas que la dinámica interna y los entresijos de la Iglesia Católica son verdaderamente desconocidos fuera de la misma. Pero volviendo al tema que ocupa este post, que es el periodismo y la información, queda patente que hemos entrado en una dinámica en los medios de comunicación en la que todo el mundo habla de todo y muchas veces sin el suficiente conocimiento de causa.
Está claro que los medios no sólo informan, también emiten opinión y tienen una línea editorial que los define y que es deliberadamente buscada por sus audiencias, pero sería conveniente volver a la esencia, es decir a informar de forma clara y honesta basándose en datos veraces.
Todo el tiempo y el papel gastado en conjeturas, explicaciones y falsas predicciones se redujeron a la nada más absoluta cuando Jorge Bergoglio apareció en el balcón Vaticano vestido de blanco. Eso sí, algún provecho hemos sacado de toda la información vertida por los medios: ¿cuánta gente católica o no conocía la vida y milagros del cardenal Scola o del cardenal Ouellet antes de este cónclave?
Cuando se pronunció el “Habemus Papam” y la imagen seria del Papa Francisco emergió ante la comunidad católica internacional, probablemente las redacciones del mundo se volvieron locas…(aunque siempre nos quedará la wikipedia).
Ahora viene la segunda parte: es progresista porque viaja en metro y se ocupa de los pobres…, es conservador porque está en contra del aborto y la eutanasia (¿pues qué esperan de un Papa?)…, es contrario a la Presidenta Kirchner…, tuvo relaciones inciertas con la dictadura argentina…
¿Seguimos especulando?
Noelia Perlacia
Responsable de Comunicación y Eventos
Noe, lo de la dictadura es completamente mentira. Nuestra presidente inventa relaciones con esa etapa en cualquiera que se le oponga. Hizo lo mismo con la dueña del diario Clarín, diciendo que sus hijos adoptivos eran de desaparecidos. Luego se comprobó por la sangre que no era verdad. Lo hizo porque el diario era el principal opositor al gobierno.