En 1995 llegó a España un nuevo programa de televisión importado desde Italia por Francesco Bosermann. Este programa consistía en un game-show llamado Juego sin fronteras, que estuvo en emisión desde 1998 hasta 1995. Una vez que llegó este formato televisivo a España, de la mano del ya mencionado productor, recibió el nombre de Cuando calienta el sol, en el que se enfrentaban 4 pueblos de menos de 5.000 habitantes y tuvo únicamente 10 emisiones. Un año más tarde, el formato se renovó pasando a llamarse El Grand Prix del Verano y duró un total de 15 temporadas, con un total de 172 episodios.
Tras su cancelación, verano tras verano, miles de fans han esperado, deseado e incluso reivindicado su vuelta, especialmente en el entorno de las redes sociales. Este año, por fin, los ruegos han dado su fruto ¡Ha vuelto El Grand Prix!
Su clave del éxito: El poder de reunión
No hay duda de que el programa ha conseguido reunir muchos seguidores fieles, a pesar de los años entre el fin de la emisión y la renovación. Y eso se debe, en gran parte, al potente poder de unión del programa.
Por una parte, muchos de nosotros nos reunimos con nuestras familias al completo, desde abuelos hasta niños, para disfrutar de las noches de verano viendo el programa en el que las risas estaban aseguradas.
Por otra parte, la siguiente de las claves tiene que ver con una cuestión geográfica. El programa enfrentaba a distintos pueblos de toda la geografía española, lo que causaba mucha expectación por saber cuál era el “mejor pueblo de España”. Por otra parte, los pueblos participantes celebraban su participación organizando visionados públicos, a los que asistía el pueblo entero.
Un fenómeno generacional
Como comentábamos en párrafos anteriores, es un programa familiar y muchos de los niños que siguieron las 15 temporadas, ahora tienen sus propias familias. Muchos viven deseosos de revivir y compartir sus recuerdos de infancia con los suyos.
El nuevo formato del programa se presta a cumplir este objetivo. Si bien es cierto que han realizado cambios (como la desaparición de su tradicional vaquilla, debido a la Ley de Bienestar Animal que ha obligado a sustituir a la vaquilla por una “supervaquilla” al más puro estilo NBA y un T-rex mecanizado que ayuda a imposibilitar el paso de los concursantes por las distintas pruebas), el programa mantiene sus principales insignias:
- Las pruebas: La mítica Patata Caliente, los Troncos Locos, Las Manos, los Superboletos o Los Pingüinos son algunas de las pruebas que siguen formando parte de esta nueva edición ¡Las risas están aseguradas!
- Los padrinos: ¿Qué sería de los pueblos sin sus padrinos? Los representantes seguirán siendo una parte importante del juego. Previo al estreno ya se había avanzado que el actor Miguel Ángel Muñoz y la artista Lolita serían los padrinos de esta ansiada edición.
- Ramontxu: A pesar de que no fue el único presentador del programa, Ramón García se ha convertido en el icono del programa, convirtiéndose a su vez en un icono para muchas generaciones. Pero Ramontxu no está solo. Cuenta con la colaboración de la streamer Cristinini y la actriz Michelle Calvó, que le ayudarán a dirigir el programa e intentarán acercarse y enganchar a las nuevas generaciones
Qué podemos aprender de este programa
Las marcas necesitan buscar, constantemente, nuevas formas de conectar con el público y destacar, en un entorno cada vez más competitivo. En este sentido, este programa ofrece importantes enseñanzas:
- El programa utiliza una narrativa de entretenimiento, emoción y humor para mantener la atención de los espectadores y generar una conexión emocional.
- El Gran Prix del Verano promueve valores positivos: trabajo en equipo, superación personal, diversión sana, con las que la audiencia se identifica fácilmente.
- Durante muchas temporadas el programa fue adaptándose y cambiando en función de las preferencias de su audiencia.
- El programa ofrece un formato en el que conviven la competición sana, con la identificación y el sentimiento de pertenencia de los participantes con sus pueblos de origen.
Ya hemos podido disfrutar de los primeros episodios y de las primeras risas. Esperamos que el programa te haya devuelto a tu infancia, que vuelva a marcar el verano de las nuevas generaciones y que te dé ideas para aplicar a la propia comunicación de tu marca.
Andrea Arroyo
Técnico de Comunicación en Avance Comunicación