El domingo 28 de mayo se celebraron las elecciones municipales y autonómicas; una cita electoral que le daba al Partido Popular una amplia victoria frente a sus rivales. A la mañana siguiente, las tertulias matinales analizaban las estrategias de los partidos políticos, hacían conexiones con las distintas sedes y emitían los mensajes de los distintos candidatos analizando sus propios resultados. A media mañana, estaba programado el mensaje del actual presidente, Pedro Sánchez. Para sorpresa de muchos, el tan esperado mensaje consistió en el adelanto de las elecciones generales, que estaban inicialmente previstas para el 10 de diciembre de este mismo año.
En este momento, los partidos políticos empezaron a armar sus estrategias de marketing electoral con la mirada fija en el 7 de julio, fecha que la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) marca como el inicio de la campaña electoral, siempre 16 días antes de la celebración de las elecciones. Pero ahora que el proceso electoral ha terminado, queremos acercarte al marketing político.
¿Qué es el marketing político?
Como bien sabes, marketing es un conjunto de técnicas, métodos y estudios que tienen un objetivo determinado. Generalmente se trata de conseguir atraer a un determinado público para, posteriormente, venderle un producto o servicio. En este caso, el objetivo es conseguir movilizar el voto hacia su partido político.
Es necesario hacer hincapié en el término “movilización del voto”. Si bien es cierto que gran parte del electorado no tiene bien definida su intención de voto, en muchos otros casos, salvo que un candidato les haya impactado, el elector decide no acudir a las urnas (por ejemplo, en las anteriores elecciones municipales y autonómicas la abstención fue 36,07%).
¿Cuáles son las claves del marketing político?
Como en todas las estrategias, hay una serie de fases clave con las que se define hacia quién va a ir dirigida esta estrategia y qué mensajes se van a transmitir. Una vez definidos ambos puntos, todas las acciones que serán ejecutadas girarán en torno a ello. Estas claves son:
- Investigar y analizar el panorama político: A la hora de crear una estrategia de marketing político es importante conocer qué necesidades políticas existen, qué lugar del espectro político no está cubierto, qué mensajes, ideas o principios defiende el resto de partidos. Si lo trasladamos a la actualidad, en estas elecciones ha entrado en juego un nuevo partido político que ha hecho este proceso. Sumar, un partido que se autodefine como progresista y de mayoría social que se ha posicionado en la izquierda política sustituyendo al partido Podemos, partido miembro de esta coalición. Respecto al resto de partidos, el Partido Socialista (PSOE), de ideología socialdemócrata, ocupa el centro izquierda, seguido del Partido Popular, de ideología conservadora que ocupa el centro derecha y por último VOX, partido situado en la extrema derecha y de ideología ultraconservadora.
- Investigar riesgos y oportunidades para la estrategia política: La política es una carrera de fondo llena de obstáculos y riesgos que deben sortearse y que, además, si se gestionan adecuadamente, pueden incluso, ser convertidos en oportunidad. Hacer un análisis de los riesgos y oportunidades de las distintas acciones que se pueden ejecutar y abordar cómo ejecutarlas puede significar la mejora de la reputación y la imagen corporativa o la pérdida de ella.
- Segmentar y definir el electorado que se quiere movilizar: Elegir hacia qué parte del electorado se van a dirigir los esfuerzos, conocer cuáles son sus preocupaciones y cuáles son sus hábitos de vida, es fundamental para crear lazos y fidelizar al electorado objetivo.
- Definir la propuesta de valor y transmitirla en mensajes claros y sencillos: Comunicar qué es lo que le hace especial y diferente a cada partido político es clave en esta fase. Los valores se deben transmitir mediante mensajes breves y sencillos para no dejar a ningún posible elector excluido y que, además, sean para ellos fáciles de recordar e identificar. Esta fase es imprescindible para acciones como cartelería, meetings, lonas, entrevistas para medios de comunicación y todo tipo de merchandising de los respectivos políticos. Pero, sin duda, en todo proceso electoral hay un evento clave para el marketing político: el debate. Los mensajes deben impactar a toda la audiencia para poder generar, mantener y afianzar los lazos con su audiencia, a la vez que crean una imagen positiva y mejoran su reputación y confianza.
- Monitorear y adaptar los mensajes y acciones: Siempre se necesita medir los resultados de cualquiera de las acciones realizadas, para adaptar los mensajes y conocer el estado de la reputación, de este modo, se pueden evitar riesgos o posibles crisis.
Este monitoreo también es fundamental para conocer los posibles motivos de los resultados. Y esta fase es la que estamos viviendo actualmente, en la que los partidos analizan sus resultados y explican sus próximos pasos.
El marketing político no solo aplica en periodo de elecciones: es un proceso constante, que se adapta a las circunstancias de los partidos cada momento: elecciones, gobierno u oposición. Una vez finalizadas las elecciones, los partidos iniciarán nuevas estrategias.
Andrea Arroyo
Técnico de Comunicación en Avance Comunicación