Cuatro y cuarto de la tarde, aproximadamente. A esa hora, escuchando el programa de radio Julia en la Onda, Julia Otero interrumpe al crítico de televisión Ferrán Monegal para dar la noticia: un avión ha amerizado a pocas millas de la costa después de su despegue en el aeropuerto de Las Palmas. Se desconocen más datos de momento. Conexión en directo con las Islas, donde el periodista de Onda Cero describe como incluso desde la costa se puede ver el avión sobre la superfície del agua, hay un gran despliegue de equipos de salvamento y parece que el avión pertenece a la compañía aérea TUI. En ese momento, ya todos los medios digitales han publicado la noticia y la fotografía del avión flotante y las redes sociales difunden la información a los cuatro vientos. La gran ventaja de Internet y el mundo digital: inmediatez y viralidad.
A la espera de más información, el programa radiofónico continúa. Pausa publicitaria. Al regreso Julia informa de nuevo: la noticia es falsa. Lo que parecía un avión posado sobre las aguas era un remolcador transportando un barco…Nueva conexión con el periodista en Gran Canaria, que con cierta indignación apunta a que el 112 había informado de la noticia y la había twitteado. Por su parte el 112 dice que a ellos les informó el Centro de Control Aéreo y efectivamente, parece ser que hay grabaciones que así lo demuestran: “Afirmativo, Boing 737. Está flotando”. Esto es lo que ocurre cuando las grandes ventajas de la inmediatez y la viralidad se convierten en el enemigo.
En favor de la anécdota diremos que el entuerto se resolvió prácticamente en 10 minutos, así que fue una información de ida y vuelta que como máximo pudo provocar un gran susto en aquellos que tuviesen familiares o conocidos volando en ese momento, pero una vez más cabe reflexionar sobre lo fácil que es distorsionar la realidad y lo rápido que se difunde e impacta una noticia falsa.
La inmediatez y la viralidad son los grandes aliados del marketing actual, pero en cuestión de información, conviene tomar las cosas con más calma. El afán por no quedar atrás en la carrera de ser el primero en informar está provocando que algunos medios de comunicación se deterioren y profundicen una crisis de credibidlidad que de por sí ya ha acabado con muchos de ellos, debido en parte a los problemas económicos y a la falta de recursos y, por otra, a la ya citada falta de credibilidad.
Sólo fue una anécdota y probablemente el peor día para alguno de los miembros del servicio de emergencias, que hubiese querido que le tragase no el mar…sino la tierra.
Fuente de la imagen: telecinco.es