Aplicar la psicología del color a tu identidad visual corporativa te va a permitir preestablecer qué atributos de tu marca quieres que el cliente asocie contigo a simple vista. Gracias a la teoría cromática puedes transmitir emociones, estados de ánimo y otros valores intangibles de forma deliberada a tu audiencia. A continuación profundizaremos en el color elegido por marcas tan populares como Coca Cola, Vodafone o Ferrari: el rojo.
¿Por qué utilizar el color rojo?
Utilizar rojo en los logotipos de tu marca es una de las mejores maneras de atraer de forma natural la atención de los consumidores. El ojo humano es muy sensible a esta tonalidad y, en consecuencia, se siente atraído de forma natural por ella. Si lo aplicas la imagen de tu empresa no pasará desapercibida, y llamarás la atención allá donde estés.
Los estímulos visuales que provocan los colores estimulan tu cerebro y le hacen reaccionar, provocando emociones y sensaciones de forma espontánea. Esta respuesta no es homogénea: el rojo, el verde, el azul y el amarillo son, en este orden, los que producen más estimulación cerebral. Así, al contemplar una imagen rica en rojo tu frecuencia cardiaca aumenta, te pones en estado de alerta y se te abre el apetito. Otro de sus efectos es que, en un entorno dominado por este color, es más común que se reaccione de forma instintiva y que prime la inmediatez.
Y es que, si pensamos en el significado de este color a lo largo de la historia, no se nos escapa que se relacionaba con el fuego y la sangre, principalmente. Por tanto, solía tratarse de una señal de peligro que sumía en un estado de alarma al cuerpo de quien lo percibía. Pero no solo eso: también existen muchos frutos silvestres comestibles que adoptaban tonos de rojo y que, en este caso, despertaban el apetito de quien los visualizaba: manzanas, fresas, frambuesas, madroños, cerezas…
En el arte, los colores rojizos elaborados con ocre fueron de los primeros en emplearse. Se utilizaban para representar la sangre, el peligro y el coraje. Aunque a medida que el uso del color rojo fue cambiando culturalmente, sus asociaciones fueron adaptándose, y en muchos cuadros actuales se utiliza como elemento simbólico. Pero la realidad es que para cualquiera de nosotros, en lo más profundo, sigue teniendo las connotaciones que tuvo para nuestros ancestros.
Por eso, cuando un comercio busca ventas por impulso, utiliza cartelería con las letras o el fondo rojo en las comunicaciones de ofertas y descuentos. Con esto pretende que nos pongamos en estado de alerta y estemos más predispuestos a comprar.
¿Qué aporta el rojo en logotipos y otros elementos de la imagen corporativa?
Además de las respuestas biológicas y de su significado histórico, las tonalidades carmesí también tienen otras connotaciones culturales, que varían según el mercado en el que te encuentres. Por ejemplo, en China el rojo es muy valorado, ya que representa la buena suerte, la felicidad, la belleza y el progreso. Es tan apreciado que, hasta los trajes tradicionales de novia y las vestimentas de celebración de los emperadores se elaboraban en este color como señal de buenos augurios.
En la sociedad occidental se relaciona con la energía, la audacia y el coraje. Por esta razón la mayoría de marcas de automoción deportivas emplean el rojo en parte de sus logotipos. Firmas como Ferrari, Porsche, o Bugatti lo incluyen en sus elementos visuales.
También es conocido por transmitir emociones relacionadas con urgencia, eficiencia y energía. Por esto, empresas de servicios como el Banco Santander, Vodafone o muchas líneas aéreas utilizan el carmín en su imagen corporativa. Pretenden transmitir la calidad de sus productos asociándose con estos valores.
Coca Cola, Kellog’s, Netflix o Lego utilizan este color para transmitir a sus clientes felicidad, audacia y positividad. Todas estas compañías están relacionadas de una manera u otra con el disfrute y la diversión, y se benefician de las asociaciones alegres y lúdicas del color rojo para diferenciarse de la competencia.
En definitiva, la psicología del color es una herramienta excelente para conseguir contextualizar tu marca. Sin necesidad de palabras, podrás transmitir los valores de marca que te representan y provocar emociones como la pasión o la felicidad. El rojo en tus logotipos también será de gran utilidad cuando desees que tus clientes pasen a la acción, estimulando su apetito o sus respuestas impulsivas.