Ayer lo volvió a hacer. Salvados de Jordi Évole ha levantado ampollas en el sector cárnico con su programa “Stranger Pigs”; especialmente en la marca El Pozo, por ser la compañía más conocida de las nombradas en el programa y, por tanto, la más afectada en cuanto a su imagen pública.
Es evidente que lo que se pudo ver ayer en el programa Salvados no representa a toda la industria cárnica, faltaría más, pero también es evidente que El Pozo pudo dar su versión en el programa y no lo hizo: grave error de estrategia y de comunicación. Las reacciones a posteriori no suelen ser buena idea…es un intento de salvarse (valga la redundancia), de un tsunami, subidos en un barco de papel.
Probablemente sea cierta la versión de El Pozo: parece impensable que esos animales enfermos, deformes, moribundos e incluso ya muertos pasen por un control, por un matadero y entren a formar parte de la cadena de producción de ninguna empresa. Probablemente es así, pero contarlo mientras se emite un programa en el que te han dado la oportunidad de hablar y no lo has hecho, resta todo tipo de credibilidad a las declaraciones de la compañía, a su comunicado y a cualquier intento de remediar lo irremediable: un tremendo golpe en la reputación de la compañía.
Una vez más, un caso de crisis de comunicación mal gestionada:
- Si te llama Jordi Évole diciendo que quiere entrevistar al Director General, porque hay un tema que afecta a la compañía, seguramente merece la pena dedicarle un tiempo y no dar la callada por respuesta.
- Si no hay nada que esconder, no hay nada que temer: cuéntalo. Y si hay algo que esconder, ya es tarde: da la cara, antes de que te la partan y busca soluciones. Sí, probablemente te pillan por sorpresa, sin un vídeo bien editado, sin un discurso bien argumentado…ya; eso es lo que ocurre cuando se produce una crisis y no hay un plan previsto para estas situaciones.
- Lo que en ningún caso es buena idea es negarte a hablar cuando hay oportunidad y contestar a través de las redes sociales al mismo tiempo que se emite el programa…tarde…
- Llamar “capcioso” al programa o al presentador del mismo, tampoco sirve de mucho…no es hora de pataletas.
La Interprofesional del Porcino (INTERPORC), también ha respondido al programa a través de un comunicado. Sin embargo, en este caso parece razonable, ya que habla en nombre del sector y, hasta donde sabemos, no fueron requeridos por el programa para ofrecer su posición sobre el tema.
No obstante, dejando al margen el enorme error cometido por El Pozo, cabe destacar algunos aspectos que quizá deberían llevar a una reflexión por parte de la audiencia:
- Ha producido peores reacciones la situación de los animales (que es evidentemente grave), que la situación de los trabajadores extranjeros que denunciaban sus condiciones de total abuso por parte de alguna que otra compañía, con fraudes de ley como los falsos autónomos y los falsos cooperativistas.
- Al principio del programa se muestra una granja ecológica, con buenas condiciones de bienestar animal, buenos cuidados para los animales y…altos costes de producción, que no se corresponden con las demandas del mercado… la calidad se paga.
Está muy bien denunciar las malas prácticas de las empresas, dejando claro que otras muchas lo hacen realmente bien, pero deberíamos mirarnos a nosotros mismos y analizar nuestro propio grado de responsabilidad. Al fin y al cabo, las empresas buscan satisfacer las demandas de un mercado que lo quiere todo, ahora y a bajo coste.