La comunicación interna es, sin duda, uno de los pilares más importantes de la comunicación corporativa. Transmitir el propósito y los valores de la empresa, implicarles y conseguir un sentimiento de pertenencia, motivar, desarrollar la cultura corporativa, etc. son solo algunos de sus objetivos.
La presencialidad juega un papel importante para conseguir estos objetivos. La pandemia de 2020 hizo saltar por los aires la presencialidad e implantó el teletrabajo forzoso en muchas empresas y sectores. En algunos casos, tras la pandemia, las empresas han retomado 100% la presencialidad, en otros casos han adoptado el teletrabajo de forma definitiva y otras, han implantado sistemas híbridos.
Sin duda el teletrabajo ofrece ventajas muy interesantes a empresas y trabajadores, pero también inconvenientes.
Por un lado, para los trabajadores, una mayor facilidad para la conciliación y una mayor flexibilidad (aunque, en ocasiones, unas jornadas de trabajo más largas y una falta de desconexión).
Por otro lado, para la empresa, puede constituir un importante ahorro de costes, la posibilidad de atraer talento en cualquier ubicación geográfica, etc. pero, sin duda, tener una plantilla cohesionada, fomentar el trabajo en equipo y, sobre todo, potenciar el sentimiento de pertenencia es mucho más complejo.
La comunicación interna tiene, por tanto, un enorme desafío en este sentido ya que, a falta de presencialidad, los objetivos se convierten en más difíciles de alcanzar.
Claves para paliar los efectos negativos del teletrabajo
En la actual situación, los responsables de comunicación interna deben ser especialmente creativos para motivar e informar a los empleados.
Os mostramos algunas claves:
- Desarrollar o implementar herramientas tecnológicas específicas, para que toda la plantilla tenga un acceso fácil a la información y que permitan la comunicación entre personas y equipos. Actualmente hay diversas herramientas que cumplen estas funciones, como Teams o Yammer.
- Potenciar los programas de onboarding de los nuevos empleados. Habitualmente la llegada a una nueva empresa y puesto de trabajo requiere un proceso de adaptación y aprendizaje. Cuando esa adaptación se produce a distancia, es necesario que las herramientas y la información de apoyo para este proceso estén mucho más presentes.
- Fomentar las herramientas de comunicación, creando canales bidireccionales, en los que la información fluya, tanto de la empresa a los trabajadores, como a la inversa. Email interno, boletines, redes sociales internas, buzón de sugerencias, revistas, etc. son solo algunos de estos canales.
- Potenciar las encuestas de opinión y las auditorías de comunicación interna, para conocer en detalle y de primera mano el clima y las opiniones de los trabajadores.
- Crear encuentros puntuales presenciales. Incluso cuando el teletrabajo esté implantado al 100% es conveniente que, periódicamente, tengan lugar encuentros presenciales, ya sean interdepartamentales, de equipo o de toda la compañía cuando sea posible. Por supuesto, también es conveniente llevar a cabo algún tipo de encuentro lúdico, comidas de empresa, celebraciones navideñas, team building, etc.
La comunicación corporativa evoluciona constantemente, así como sus necesidades y objetivos, por lo tanto, es fundamental innovar, reinventarse y encontrar nuevas herramientas y espacios para la creatividad, la interacción y el intercambio de ideas, de manera que no se pierda la cultura corporativa y la colaboración entre las personas y los equipos.
Al margen de todas las ventajas que proporciona el teletrabajo, la sensación de aislamiento puede llegar a ser el gran enemigo de los trabajadores que desarrollan su actividad profesional en esta modalidad. Por ello, es necesario un mayor esfuerzo para evitar este problema y, por supuesto, las empresas deben tomar la iniciativa en este sentido. Es necesaria una apuesta firme por la comunicación interna ya que es una inversión en productividad, en buen ambiente y, al fin y al cabo, en el propio negocio.
Noelia Perlacia
Socia y dircom Avance Comunicación