El turrón, poner las figuritas en el belén, decorar el árbol o los villancicos son tradiciones navideñas que todos disfrutamos y que esperamos con gran ilusión. A estas tradiciones navideñas se suman los anuncios de Navidad. Y es que la publicidad cada vez invierte más para hacer mensajes que, año tras año, nos llenen de emoción y esperanza.
Como no puede ser de otra manera, el primer anuncio es este tipo fue creado para el Sorteo Extraordinario de Navidad y data de 1958. Estas piezas temáticas no se popularizaron hasta 1998 con la creación del mítico personaje el calvo de la Navidad, una campaña emotiva con la que, sin llegar a decir una palabra, consiguió cautivar a todos los espectadore. Esta línea emotiva se ha mantenido hasta día de hoy y muchos esperan con ganas el día de su lanzamiento.
Debido a los grandes resultados de estos anuncios, otras empresas también se han puesto manos a la obra para producirlos. Ejemplo de ello es Coca Cola, Freixenet o Campofrío que, desde 2011, crean piezas que abordan los temas y problemas actuales. Y para ello, transforman su pieza en un mensaje que invita a la reflexión, pero, siempre, acudiendo al humor.
¿Pero cómo consiguen los anuncios de Navidad transmitir tantas cosas en tan breve lapso de tiempo?
Eso es gracias al storytelling. Este término viene del inglés story (historia) y telling (contar) y, como su nombre indica, se trata del arte de contar historias. El objetivo que tiene esta estrategia de comunicación es el de transmitir emociones al espectador para poder conectar.
Si analizamos “La herencia” (anuncio Campofrío 2022) nos cuenta la historia de personajes sin aspiraciones para su futuro que tienen que decidir qué van a legar a las próximas generaciones. Sin olvidar que estamos en un mundo lleno de guerras, malas noticias, el pronóstico del tiempo. Como se puede observar, en ningún momento la trama se centra en torno a la empresa o al producto. La única referencia expresa se produce cuando el personaje que interpreta Edu Soto. En su escena, explica que lega un “Bunker con alimentos de primerísima necesidad” y, acto seguido, aparece en el ya mencionado bunker, en el que muestran los productos de Campofrío.
El storytelling es una herramienta que, a pesar de la complejidad que puede llegar a tener, trae consigo muchos beneficios. Además de mejorar la conexión con la audiencia a la que te diriges, favorece el recuerdo de tu marca y mejora la confianza.
Para poder hacer un buen storytelling, es necesario conocer quién es la audiencia a la que vas a dirigirte y en la que quieres impactar. También debes saber qué objetivos deseas cumplir mediante la aplicación de esta estrategia. Una vez decidido ya puedes coger papel y boli para poder empezar con tu idea. Esta idea tiene que contar un un mensaje bien construido que enganche a tu audiencia, un argumento con introducción, nudo y desenlace (como toda historia) y unos personajes, un tiempo y un espacio.
Como sucede en el anuncio de Campofrío, no es necesario que el producto sea el protagonista, con una mención puede ser suficiente. Un ejemplo de cómo el producto puede ser el protagonista es el anuncio del Sorteo Extraordinario de Navidad de este año. Este anuncio de Loterías y Apuestas del Estado trata sobre una mujer que le explica la tradición de compartir el décimo a su nueva compañera de trabajo.
Existen muchas opciones, modelos y estilos para poder realizar un buen storytelling, pero la clave de este proceso es conseguir transmitir emociones y ¡Dejar fluir a la imaginación!
Andrea Arroyo
Técnico de Comunicación en Avance Comunicación