El diseño gráfico debe adaptarse al entorno digital para ser impactante, eficaz y transmitir claramente su mensaje.
¿Qué ha supuesto el cambio al entorno digital para el diseño gráfico?
¿Cómo condiciona el medio el desarrollo del diseño?
¿El diseño gráfico offline ha desaparecido?
Estas cuestiones son las que me planteo en esta nueva autoreflexión.
Para mí, que ya tengo unos añitos, el salto al diseño gráfico digital ha sido una evolución de mi formación, tanto académica como profesional, desde el entorno tradicional offline. Y, ciertamente, el nuevo enfoque está basado en lo aprendido durante años, desde los conceptos creativos del “diseño en plano”. Esto, que parece una limitación, no lo es, si la base de un buen diseño es la que funciona en los dos entornos.
Antecedentes del diseño gráfico
Primero me gustaría recordar que diseño gráfico es toda aquella expresión, artística o no, que trabaja con distintos elementos como signos e imágenes, con la intención de proyectar determinados objetivos para conformar un mensaje visual, orientado a un público concreto.
No hace falta remontarse a la prehistoria, para rascar los principios y orígenes del diseño gráfico, pero si quisiéramos, habría múltiples ejemplos y seguro que alguno nos viene a la mente, de cómo la humanidad ha utilizado el lenguaje visual, quizás antes que el hablado.
Diseño gráfico lo ha habido a lo largo de la historia y siempre contando un mensaje definido. Desde las pinturas rupestres, aquellos códices ilustres, pasando por las vidrieras de las catedrales y sus pórticos amenazantes o las temidas gárgolas, que más allá de ser un mero elemento arquitectónico necesario, se le añadió el valor de transmisor de un mensaje visual.
El diseño gráfico de la era moderna alcanzó su esplendor a comienzos del siglo pasado en Alemania, desde el impulso del pensamiento psicológico, aplicado desde la famosa Escuela de la Gestalt y su corriente de la Psicología de la forma o de la configuración. Esta corriente psicológica, se extendió por las artes plásticas, pero también por el diseño industrial o la arquitectura, en su manera de entender la construcción y el urbanismo, lo que no tardó en convertirse en un reclamo propagandístico, basado en el “brutalismo” arquitectónico de las formas sintetizadas, adoptado, posteriormente, por regímenes autoritarios. Pero, dejando a un lado las corrientes artísticas que históricamente han rodeado al diseño gráfico, lo evidente es que, con la llegada de la era digital, el diseño gráfico se ha transformado radicalmente, otra vez.
¿Qué ha supuesto la llegada de lo digital al concepto del diseño gráfico?
El desarrollo y la implantación de las tecnologías digitales, a todos los aspectos de la vida cotidiana, ha favorecido el aumento de los mensajes audiovisuales, por encima de los escritos.
Esto ha llevado a que el diseño gráfico, de igual manera que se expande a cualquier rincón del planeta, se vea igualmente limitado a “vivir” dentro de una pantalla, oprimiendo o reduciendo ciertas características, que el diseño offline si mantiene y favoreciendo otras. Pero esta consecuencia es común a todo lo que engloba el mundo digital, no solo el diseño.
Lo curioso del término digital, es que proviene del concepto de cifra o dígito, que a su vez significaba lo referente a los dedos y al tacto (usados originariamente para contar y formar cifras) … está claro que algo digital, no se puede tocar y hoy en día hace referencia a algo generado, almacenado o transportado mediante dispositivos que combinan bits (cifras de información en código binario).
Así el diseño digital tiene sus normas, que se rigen por la propia tecnología usada para crearlo.
La creación digital es sinónimo de movimiento; ahora contar una historia digitalmente a través de un diseño gráfico no se queda solo en la imagen estática del diseño tradicional, se valora y mucho que lo que se cuenta esté en movimiento. También lo diferencia del offline, el que se basa en modelos de color-luz o síntesis aditiva, frente al color pigmento o síntesis sustractiva. El RGB triunfa sobre el CMYK tradicional.
Las limitaciones de reproducción gráfica, según los soportes elegidos, han desaparecido en lo digital. En ese sentido, no existen más limitaciones que la propia creatividad. Pero ojo, no es solo la utilización del color y el movimiento, lo que sostiene al diseño digital.
¿Cómo condiciona el medio el desarrollo del diseño?
Estos dos pilares tan importantes del diseño gráfico digital, como son el movimiento y el color, han impulsado el desarrollo de herramientas muy potentes generadoras de movimiento y calibradores de color casi tan perfectos como el ojo humano. El diseño gráfico se ha transformado para llegar a un público conectado por la vista y el oído. El tacto, el olfato y el gusto no entran en esta ecuación.
Igual que cambia el medio y el lenguaje, cambian los conceptos visuales y es necesario manejar términos como legibilidad, adaptabilidad, usabilidad, accesibilidad, navegabilidad … para conformar un buen diseño gráfico en entorno digital. Debido a la llegada de tecnologías visuales de ultra definición (4K y 8K), la calidad y el detalle también deben tenerse en cuenta. En el diseño digital 2D y 3D la línea debe ser limpia y depurada, las texturas tienen mucha importancia y lo imposible y lo irreal forman parte de la narrativa.
Los cambios también afectan a la forma de consumir el contenido visual
Lo digital también se ha adaptado a un nuevo consumidor voraz, para el que el tiempo es un valor. Los diseños se consumen como se consume un reel o una historia en redes sociales. Además, el diseño gráfico digital debe competir por un espacio abarrotado de competencia visual.
Se debe manejar el ritmo y el color para conseguir captar la atención. Esto significa que la estrategia de contenidos digitales condiciona el propio diseño digital, para lograr relevancia y convertir a la competencia en “ruido” alrededor de nuestro diseño.
El diseño no solo debe servir al propósito del mensaje. En el mundo digital, el diseño se convierte en el protagonista, donde a veces lo que se dice, pierde su importancia o llega a difuminarse por el efecto llamativo, que es, a veces, el objetivo mismo: impactar, recordar, buscar, visualizar …
Pero la máxima visibilidad no se consigue solo con el impacto visual; se necesita manejar los principios del diseño universal, para conseguir experiencias de usuario sobresalientes. Manejar las leyes de la simplicidad, en el caso de diseño gráfico digital, es tan necesario como lo era en el tradicional. Es lo que dará consistencia y mejorará la idea. El diseño digital, debe ser compatible, se debe amoldar a los distintos formatos de pantalla. Es otra de las diferencias con el diseño gráfico offline. Ahora debe diseñarse una versión que funcione perfectamente en cualquier dispositivo. En el diseño offline, se trabajan distintas versiones, pensadas para cada soporte.
¿Es el final del diseño gráfico tradicional?
Rotundamente no.
De hecho, normalmente un diseño gráfico digital, es en su inicio un diseño “en plano”; estático, al que se le dota de atributos para transformarlo en digital. Además de que, en diseño gráfico, la coexistencia de los dos entornos favorece a cada uno; son complementarios. Se amplía su alcance, porque se usan características comunes, pero también propias de cada entorno. Se llega a más consumidores mediante el uso de soportes diferentes y se logra mayor diferenciación. Pensar que un entorno está obsoleto o es excluyente del otro, es un error. Aunque hoy nademos en el mundo digital, este, en pocos años, será superado por el virtual.
Jorge González
Socio y director creativo de Avance Comunicación