Constantemente se hace hincapié en la importancia del contenido y de su calidad y relevancia para despertar el interés de los públicos. Sin embargo, un contenido de gran interés puede quedar deslucido o no conseguir tus objetivos de forma eficaz, si no eliges los soportes apropiados para visibilizar tu marca.
Los soportes seleccionados tienen, habitualmente, un posicionamiento de marca en sí mismos y unos valores asociados. Esos valores, de forma directa o indirecta, se transmiten a las marcas que aparece en ellos y por ello es tan importante hacer una adecuada elección, ya que puede ser determinante para la imagen de tu marca.
Esto es muy claro, por ejemplo, en el caso de los medios de comunicación: hay medios considerados conservadores y otros progresistas por su línea editorial, algunos medios son considerados frívolos o sensacionalistas por el enfoque de sus contenidos, etc.
Por ello, a la hora de plantear una acción dirigida al branding, al posicionamiento, a la reputación o a visibilizar tu marca, es fundamental tener en cuenta no sólo la potencial audiencia o las características de la misma, sino también esos valores que emanan del propio soporte y que, en ocasiones, pueden ser elegidos de forma intencionada para conseguir determinados objetivos.
La guerra de Ucrania en Vogue
El fin justifica los medios, decía Maquiavelo.
Volodímir Zelenski y Olga Zelenska han realizado un reportaje en la revista Vogue y, como no podía ser de otra forma, ha levantado una gran polémica, porque ha sido percibido, desde algunos ámbitos, como algo “frívolo”. El objetivo de esta pieza informativa es claro: mantener la guerra de Ucrania en el centro del interés informativo y seguir dándole visibilidad para que no caiga en el olvido.
No puedo dejar de darles la razón: como ya se sabe, lo que no aparece en los medios no existe y, después de tantos meses, la mirada hacia la guerra, probablemente, ha pasado del horror, al encogimiento de hombros. Tristemente, somos así; enseguida pasamos página y damos por descontados todo tipo de acontecimientos desgraciados, una vez pasado algún tiempo y el shock inicial.
En este caso, aparecer en Vogue es una vuelta de tuerca interesante, ya que parte de la premisa de la polémica y, probablemente, del: “que hablen de mí aunque sea mal”. La visibilidad, sin duda, ha sido un éxito ya que, a la propia audiencia de la revista, se unen todas aquellas personas que han accedido al reportaje llevados por el revuelo mediático y en redes sociales.
Sin embargo, cabe otra reflexión: ¿Repercute negativamente este reportaje en la reputación del matrimonio Zelenski y, especialmente, del presidente ucraniano, dañando su imagen de líder carismático y, en cierta manera, heroico? Desde mi punto de vista, probablemente sí.
No es la primera vez que se produce una controversia similar. Salvando las distancias, también se produjo una gran polémica en España, cuando la ministra de igualdad, Irene Montero, posó y habló para la revista Vanity Fair. Esta publicación, seguramente, no está del todo alineada con los posicionamientos ideológicos y políticos defendidos por la ministra y el partido del que forma parte… y de ahí la crítica que emana desde algunos sectores, tanto propios, como ajenos.
Sin duda, el contenido siempre es fundamental, ya que es la materia prima con la que se atrae a los públicos, pero el continente también es muy importante. En el caso de los Zelenski, efectivamente, se ha cumplido el objetivo de la visibilidad pero a costa, quizá, de cierto grado de reputación, ganada a pulso durante todos estos meses de guerra.
Noelia Perlacia
Socia y dircom Avance Comunicación