En el mundo de los eventos, las experiencias se convierten en recuerdos únicos que además de guardarse en la memoria de las personas que lo viven, crean una imagen positiva de la marca y ayudan a fortalecer y a fidelizar a clientes, trabajadores o proveedores de forma duradera. Para facilitar esta tarea, los eventos han de contar con el apoyo de la comunicación corporativa.
La comunicación corporativa en los eventos no es un elemento que se pueda o se deba suprimir, todo lo contrario. Es una herramienta que va a definir cómo se va a relacionar y comunicar la marca con su audiencia. Gracias a la comunicación corporativa, la marca proyecta una imagen, que debe estar presente en tu evento para que sea coherente, represente a la marca y sobre todo, cumpla todos los objetivos del evento.
Si quieres saber más sobre por qué la comunicación corporativa es esencial para los eventos y cómo te puede ayudar a crear un evento memorable, no te pierdas este post.
1. Definir objetivos claros y mensaje estratégico
Como hemos mencionado en más de una ocasión, en el mundo de los eventos, cada detalle cuenta y hay que tener especial cuidado a la hora de establecer los objetivos que se desean conseguir con esta experiencia y qué mensajes se van a transmitir. Estos mensajes deben estar directamente ligados a los valores corporativos, al igual que los objetivos deberán estar alineados a la misión, visión y propósito..
La comunicación corporativa ayuda a construir estos objetivos y mensajes de tal forma que estén presentes en el evento y a la vez, se mantenga la identidad de la marca, de forma coherente.
Es importante establecer objetivos claros desde el principio para así poder dirigir cada parte de la planificación y ejecución de un evento y es ahí donde la comunicación corporativa debe estar presente para alinear dichos objetivos y mensajes.
Junto a unos objetivos claros y coherentes, es importante que los mensajes no sean únicamente un conjunto de palabras bonitas o pegadizas. Los mensajes pueden tener múltiples funciones, no solo sirven para promocionar la marca o el evento, sino que pueden servir como fuente de información, puente ser creadores de emociones o como un elemento de conexión entre la marca y la audiencia a quien se va a destinar esta acción, por eso es importante definirlos adecuadamente.
Sería un desastre, por ejemplo, organizar un evento para lanzar un nuevo producto o servicio al mercado y que en todo el evento no se tenga en cuenta la identidad de la marca o los mensajes corporativos. Nadie sería capaz de recordar quién ofrece ese producto o servicio, cuál es el valor diferenciador del mismo, no se asociaron los valores del producto a la marca y en conclusión, los objetivos que se habían propuesto a la hora de realizar el evento, no serían logrados.
2. Crear cohesión de marca
A la hora de organizar un evento, las marcas buscan crear experiencias inolvidables que envuelvan al asistente en el universo de la marca. El mensaje, los colores, las tipografías, la música, los olores y las experiencias del evento deben estar totalmente cohesionados para poder crear ese universo donde la marca esté totalmente representada.
La comunicación corporativa te ayudará a crear esta cohesión que buscas para tu marca, haciendo que en cada detalle de tu evento se pueda identificar la marca ¿Cómo? Aplicando su identidad, su voz y recursos como los aromas, los sonidos, los efectos visuales, etc. En definitiva, la experiencia debe diseñarse para el bienestar de los asistentes y los objetivos de la marca, en conjunto.
Para crear el universo corporativo de la marca es imprescindible desempolvar el manual de identidad corporativa de la empresa y que cada parte se integre adecuadamente.
3. Motivar la interacción con los asistentes
El dinamismo en los eventos y la interacción también son elementos que forman parte de la experiencia del evento. Como siempre os recordamos, la comunicación debe ser bidireccional para que pueda darse la participación y el intercambio entre todas las partes. Esta comunicación, además, puede desarrollarse en las distintas fases de la producción del evento:
Antes del evento: Puedes promocionar el evento, dar información sobre él, crear dinámicas para crear interacción, sorteos, compartir parte del proceso de montaje, etc.
Durante el evento: Puedes compartir información relevante sobre lo que está sucediendo en el evento, interactuar con el contenido que suben los asistentes a las redes, entre muchas otras opciones.
Tras el evento: Puedes compartir recuerdos del evento, difundir (y, sí a veces, presumir) del resultado en tus canales y en medios de comunicación. También puedes interactuar con los asistentes y, quién sabe, quizás puedes empezar a dar una pildorita sobre la próxima convocatoria del evento y empezar a generar expectación.
Es importante monitorizar tus canales de comunicación para saber no solo lo que está sucediendo, sino para conocer cómo ha resultado la experiencia de la audiencia y además, saber si esa audiencia se ha fidelizado o no.
Podemos concluir este post diciendo que la comunicación corporativa no es solo un accesorio o un adorno extra que incorporar al evento, sino que es la herramienta o el pilar básico que tendrás que utilizar y aplicar para sostener cada parte del mismo. La creación de experiencias requiere de una gran planificación y ejecución, por eso no hay ningún elemento que se pueda quedar en el aire o de lo contrario estos asuntos sin control se pueden volver en tu contra generando situaciones de crisis o situaciones fuera de control en el propio evento o durante el proceso de organización.
Por ello, tener claro qué objetivos deseas conseguir, definir qué mensaje se va a transmitir, qué canales se van a utilizar y en qué momento se va a comunicar, es clave para que tu evento llegue al éxito, pero sobre todo a tu audiencia.
Ahora que sabes cómo usar la comunicación corporativa en tu evento y por qué es imprescindible ¿A qué esperas para convertirla en la gran protagonista de tu acto?
¡No lo olvides en tu próximo evento!
Andrea Arroyo
Técnico de Comunicación en Avance Comunicación