En los últimos días, en algunos medios se ha rumoreado que tras la salida de Ricart, único condenado por el triple asesinato de Alcásser, de la prisión de Herrera de la Mancha, ha sido trasladado a un hotel en Madrid, donde una productora ha realizado y grabado una entrevista con él, suponemos que con la intención de emitirla por televisión.
La polémica está servida; la reacción en las redes sociales en contra de la emisión de dicha entrevista en la televisión ha sido casi inmediata. Mediaset lanzó un comunicado diciendo que Ricart “nunca saldrá en el plató”, seguramente con el reciente recuerdo en la mente de la desaparición de La Noria tras la entrevista pagada con la madre de “El Cuco”. En esa ocasión la presión social tuvo como consecuencia la retirada de las marcas publicitarias del programa. Por su parte Antena 3 retiraba de su web las declaraciones obtenidas a la salida de Ricart de la cárcel.
Sin embargo, estos hechos deben llevarnos a varias reflexiones. Hace más de dos décadas Jesús Quintero entrevistó en televisión a Rafael Escobedo, según los tribunales asesino de los Marqueses de Urquijo, para su programa “El perro verde”. Aquella entrevista tuvo una gran repercusión y varias características diferenciales: no se pagaba al delincuente, no se buscaba el espectáculo ni el morbo y se trataba de un ejercicio impecable de periodismo para desentrañar la personalidad de Escobedo e indagar en un asesinato que conmocionó a la sociedad de la época.
Si nos trasladamos a la época de la televisión actual, recientemente La Sexta emitió en una de las ediciones de su programa “Encarcelados“, una entrevista realizada por Jalis de la Serna al jefe de sicarios de Pablo Escobar, John Jairo Velásquez, un delincuente con cientos de asesinatos a sus espaldas. El esquema, más de veinte años después, era el mismo: un ejercicio de periodismo televisivo impecable para desentrañar los entresijos de una mente criminal.
La reacción en contra de la entrevista a Ricart es comprensible, el rechazo social es normal, pero no deja de tener un cierto fondo de hipocresía, ya que efectivamente, como comentaba Arcadi Espada esta misma mañana en el programa Herrera en la Onda, una entrevista-espectáculo a este siniestro personaje alcanzaría cuotas de audiencia probablemente muy altas en el canal de televisión de turno.
Ricart tiene una entrevista. Este es un hecho indudable desde el punto de vista periodístico: el único condenado por un triple asesinato lleno de dudas y de claves sin resolver. La cuestión es la forma de hacer dicha entrevista: elegir el camino del periodismo serio y riguroso, tan escaso en los canales de televisión (y por supuesto sin ningún tipo de pago al asesino) o la vía del espectáculo y del morbo previo pago de su importe, lo cual resultaría ciertamente repugnante y absolutamente humillante y doloroso para las familias de las niñas fallecidas.
Así que nos quedamos con dos preguntas: ¿qué formato alcanzaría mayor audiencia? y volviendo al título de este post ¿veremos a Ricart entrevistado en televisión?
Noelia Perlacia
Responsable de Comunicación Corporativa y Eventos