Esta misma mañana aparecía publicada la noticia del nacimiento de Newsmodo, una plataforma online británica de compra y venta de contenidos periodísticos a nivel internacional elaborados por periodistas freelance.
El mecanismo es aparentemente sencillo: por un lado, los periodistas freelance de todo el mundo venden sus contenidos a los medios de comunicación y los editores pueden comprar contenidos escritos y multimedia para sus medios.
La primera pregunta que se me ha venido a la cabeza ha sido si esto es una alternativa válida para muchos periodistas que se se están viendo abocados al paro o si realmente es la puntilla que le faltaba a algunos medios de comunicación para terminar de desmantelar sus redacciones o desaparecer.
Si precisamente la semana pasada publicábamos un post sobre el Crowdsourcing y nos preguntábamos sobre la idoneidad de este sistema para el área del diseño y la creatividad, llegando a la conclusión de que no era la mejor fórmula, desde luego aplicado al periodismo nos parece una alternativa poco aconsejable (siempre desde el punto de vista de la calidad).
La página web de Newsmodo explica su modo de trabajo y promete grandes oportunidades de negocio tanto para los periodistas, como para los medios. Según su descripción, los periodistas pueden cubrir informaciones, ponerles un precio y ofrecer dichos trabajos en la web o bien responder a peticiones concretas de los medios, además de crear un portfolio que facilite la relación con medios y por tanto el nacimiento de oportunidades profesionales.
Por otro lado, según la web, los medios pueden comprar contenidos directamente en el marketplace o bien obtener una cobertura rápida y rentable de los temas que les interesan, pudiendo ampliar su alcance a nivel internacional.
El planteamiento parece provechoso para todas las partes pero…¿quién y cómo se controla la calidad y veracidad de dichos contenidos? ¿es posible con este sistema obtener un equilibrio entre la rapidez, la información contrastada y el coste? ¿servirá esto para que más periodistas se vean obligados a abandonar las redacciones?…
Pero quizá la cuestión más importante es: ¿se puede tratar la información como una mera mercancía de mercadillo teniendo en cuenta su función de servicio público, de control a los poderes públicos, etc?
Cada cual puede sacar sus propias conclusiones, pero nuestro punto de vista, de momento, se limita a la expectación y el escepticismo.
Noelia Perlacia
Responsable de Comunicación y Eventos