Se han escrito ríos de tinta sobre este tema de la compra y venta de fans, seguidores, etc. en las Redes Sociales, pero nunca está de más incidir en ello, ya que este tipo de atajos engañosos están al orden del día y sólo sirven para una cosa: desvirtuar el verdadero objetivo que es conseguir una comunidad útil y con valor.
Al entrar en Google y escribir en el buscador “comprar seguidores” aparecen casi 19 millones de resultados y sólo en la primera página, los diversos artículos en contra de esta práctica fraudulenta, se mezclan con las páginas que ofrecen la compra de seguidores para todo tipo de redes sociales, como Twitter, Facebook, Youtube, Pinterest…
Hace pocos días, durante una reunión, comentábamos este tema con el representante de una empresa y se sorprendía muchísimo cuando le decíamos que hay páginas que ofrecen desde 1.000 seguidores por la módica cantidad de 20 dólares: fácil y rápido.
Algunas agencias, poco profesionales desde nuestro humilde punto de vista, se aprovechan del desconocimiento general (que es mucho, aunque parezca mentira) y ofrecen espectaculares resultados en redes sociales en periodos mínimos de tiempo, sin que el cliente sepa que en realidad, su ejército de seguidores no tiene ni el más mínimo interés en lo que les están contando y en la mayoría de los casos, ni siquiera son perfiles reales.
En esto, como en tantas otras cosas, lo importante es la calidad. De nada sirve tener un millón de seguidores si ninguno de ellos conversa, comparte…es decir, si ninguno es auténtico. Eso sí, de entrada, la cifra impresiona mucho, pero nada más.
El proceso de creación de una comunidad en redes sociales es lento, trabajoso y requiere de constancia y profesionalidad. Sólo así se consiguen auténticos resultados.
Otra modalidad, cuya utilidad puede ser valorada, es la de las plataformas de intercambio de seguidores. De entrada puede parecer una forma de encubrir la compra de seguidores en redes sociales, pero bien utilizadas, pueden ayudar a reforzar la comunidad, aunque la base fundamental debe ser el trabajo bien hecho.
A estas plataformas se accede mediante registro y ofrecen listados de perfiles a los que se puede seguir a cambio de puntos. A su vez, quien se registra puede ofrecer un determinado pago de puntos a aquellos perfiles que nos sigan. Es decir: sigo a alguien que me paga en puntos y a su vez, yo pago con esos puntos a quien me sigue a mi.
Aunque sigue siendo un atajo, tiene algunas ventajas a tener en cuenta: los seguidores que se consiguen para las redes sociales son reales y se puede seleccionar desde un punto de vista temático, de afinidad o de interés a quién seguir, por lo que no se falsea el resultado, siempre y cuando se use sólo como un complemento y no de forma masiva y sin rigor.