La gestión de Social Media es prácticamente una obligación para todo tipo de empresas, entidades y organizaciones. No sólo es una moda o una tendencia, sino que hoy en día conversar, ofrecer valor a través de los contenidos e interactuar con los consumidores es fundamental para adaptarse a las nuevas demandas del mercado.
Sin embargo, no se puede afirmar que exista una relación directa entre la actividad comercial de las empresas y su actividad en el universo 2.0. Hoy por hoy la presencia en Redes Sociales, blogs, etc. es más una cuestión de imagen y de reputación corporativa que de venta real.
Es prácticamente imposible determinar cuántos consumidores se ven realmente influenciados en su actividad de consumo por la presencia de las marcas en las Redes Sociales y cuáles no, por lo que en algunas ocasiones la actividad de Social Media es más un puro acto de comunicación corporativa que de acción comercial.
Un claro ejemplo de este hecho es el reciente descalabro de la película Sharknado. Esta película, de escasa calidad argumental (un grupo de tiburones son absorbidos por un tornado en el Océano y arrasa a su paso por Los Ángeles), alcanzó cifras desorbitadas de menciones en Social Media y sin embargo, su audiencia ha dejado mucho que desear para lo que es costumbre en Estados Unidos.
Evidentemente esta situación conlleva muchas preguntas a las que habría que dar una respuesta analítica para poder llegar a conclusiones sobre el fenómeno: ¿cuál a sido el uso que la productora ha dado a los perfiles de Social Media? ¿Qué tipo de menciones se han obtenido (positivas, negativas, simplemente jocosas)?
Son varias las conclusiones que podemos extraer a partir de este ejemplo:
1. El éxito en Redes Sociales no garantiza en ningún modo el éxito comercial.
2. La utilidad de las Redes Sociales como incentivador de venta o canal comercial, está aún por demostrar y desarrollar.
3. Es fundamental dar un buen uso y un buen enfoque a las Redes Sociales: qué mensajes queremos transmitir, a qué públicos, que canales utilizaremos para llegar a este objetivo y con qué contenidos, lenguaje, tono, compromiso, periodicidad, etc.