Leo por activa y por pasiva que los españoles son los europeos con más dispositivos tecnológicos y móviles, superando la media en todos los dispositivos e incluso doblándola en el caso de los tablets. El otro día, en un seminario de Google, el ponente preguntó a la audiencia para qué usaba el móvil, y fue apuntando las respuestas en una pizarra. En ningún momento salió la frase “para llamar”.
Y así es. Cada vez usamos menos el teléfono para su función original (hacer llamadas ¿os acordáis?) pero sí lo hacemos para comprar, y sobre todo, para buscar información previa a la compra. Ello va a convertir al smartphone en el dispositivo tecnológico central para el consumo.
Y es que desde que los teléfonos inteligentes han llegado para revolucionar la vida de las personas, nada ha vuelto a ser lo mismo. Incluso algo tan sencillo como reservar mesa en un restaurante. Porque buscar restaurantes es una de las principales actividades que los usuarios realizan con su móvil. Más del 25% de las reservas on-line de restaurantes se realizan a través de las aplicaciones para smartphones, y la cifra va en alza. La crisis, cómo no, se hace notar en los bolsillos de los usuarios: de todas las reservas que se realizan a través de dispositivos móviles, un 70% de éstas son en promociones y ofertas exclusivas.
El caso es que las reservas on-line de restaurantes siguen aumentando gracias a los dispositivos móviles conectados. Y el móvil se ha convertido en un nuevo e interesantísimo canal de comunicación para los restaurantes. Ahora bien ¿están los restaurantes bien adaptados a este nuevo medio? Pues la inmensa mayoría no, la verdad. Y es fundamental comenzar a posicionar el establecimiento en los dispositivos móviles a través de webs bien adaptadas para móviles o de aplicaciones específicas si no se quieren perder oportunidades de negocio y sobre todo, la posibilidad de llegar a los clientes del futuro.
Un ejemplo de un establecimiento hostelero que fue pionero en crear su propia aplicación es el de La Carbonería, en Córdoba, que hace un año lanzaba su propia app “para estar en contacto cercano con nuestros clientes”. Bien pensado. La aplicación permite consultar los datos del restaurante, su posición en el mapa (muy importante, ya que mucho de los clientes que acuden a un restaurante lo hacen precisamente porque están cerca), la ruta desde el punto geográfico del usuario, realizar reservas de manera automática, y recibir en el móvil ofertas personalizadas. Por ahí van los tiros, sí señor.
En la franquicia de tabernas andaluzas Parlamento La Catedral del Tapeo los clientes pueden realizar sus pedidos a través del móvil, sin necesidad de acercarse a la barra, gracias a la app QlikBar. Los clientes de la taberna pueden también consultar el menú, dejar su opinión o recomendaciones, compartir fotos, ganar puntos y obtener recompensas, todo desde el móvil.
Y otro ejemplo de cómo esto de las aplicaciones no ha hecho más que empezar y que sus posibilidades ni nos las imaginamos es el de la cadena restaurantes Wogaboo, que no hace mucho lanzaba una app para que los clientes valoren el servicio recibido a través de su web, o dicho de otro modo: para puntuar directamente a los camareros (y premiarles si lo hacen bien).
Si tienes un bar o un restaurante, no dejes de conocer estas otras nuevas aplicaciones porque te pueden ayudar a impulsar o gestionar tu establecimiento. Porque la vida, nos guste o no, es móvil. Y tu negocio ha de serlo también…
Marta Renovales
Responsable de Contenidos de Profesionalhoreca.com