Después de casi 15 años de experiencia desarrollando servicios de comunicación corporativa y escuchando las necesidades, objetivos y demandas de clientes de todos los tamaño y sectores, estamos en situación de poder ofrecer una reflexión sobre los principios que deben regir el trabajo de una agencia de comunicación profesional, para ofrecer la máxima calidad y poder convertirse en un socio fiable para sus clientes.
1. Ofrecer un asesoramiento honesto, basado en objetivos reales. El primer mandamiento de una agencia de comunicación fiable debe ser aconsejar a sus clientes y potenciales clientes sobre sus auténticas posibilidades y sus metas alcanzables. Sólo de esa manera podrá ofrecer un servicio de calidad. Sacar a un cliente de un error de planteamiento es complicado, pero a medio y largo plazo es la única garantía de eficacia.
2. Personalizar el servicio según las necesidades del cliente. Todos los clientes son distintos, tanto por su actividad, como por su tamaño, situación en el mercado, etc. por lo que el servicio de una agencia de comunicación nunca puede ser algo estandarizado y debe estar totalmente adaptado a los objetivos establecidos.
3. La agencia de comunicación debe actuar de forma proactiva, no sólo llevando a cabo las acciones que el cliente propone, si no buscando oportunidades y definiendo estrategias de apoyo a los resultados y objetivos de la compañía.
4. No vender humo. Una de las principales razones por las que los clientes rescinden sus contratos con su agencia de comunicación es la sensación de que les han vendido “una moto”, creándoles falsas perspectivas sobre posibles contactos, apariciones en medios y resultados que nunca llegan a producirse. Esto provoca directamente el descrédito de las agencias y de su trabajo.
5. Contar con una política de precios ajustada a la realidad del cliente y a la situación actual del mercado, definiendo claramente los servicios y su coste, pero sin entrar en una guerra de precios a la baja que lo único que consigue es deteriorar el sector hasta extremos que serán difíciles de corregir en el futuro y que no permiten ofrecer un servicio de calidad.
6. Mantener un equilibrio constante entre las demandas del cliente y las necesidades de los diversos interlocutores que intervienen en la comunicación, especialmente las de los medios, facilitando al máximo el trabajo de los periodistas.
7. Quitarle trabajo al cliente. La agencia de comunicación debe ser un socio que aporta valor y no un proveedor que crea más complicaciones y genera más carga de tareas de las que resuelve.
8. Ofrecer informes reales sobre los resultados obtenidos. Exagerar deliberadamente los resultados obtenidos crea desconfianza y descrédito para los servicios de comunicación. Un análisis ajustado a la realidad, aunque suponga el reconocimiento de que en ocasiones no se pueda alcanzar los objetivos de comunicación establecidos, permite mejorar las estrategias de cara al futuro.
9. Buscar la innovación de forma constante. Las herramientas de la comunicación deben ser utilizadas de forma creativa e innovadora, buscando nuevas fórmulas y estrategias para optimizar los resultados. No es posible mantener la calidad de servicio sin evolucionar.
10. Ningún cliente es pequeño o menos importante. Todos los clientes merecen un trato preferente, un servicio excelente y un tratamiento integral de sus necesidades.
Si su agencia de comunicación cumple con estos requisitos, su elección es la correcta.
Noelia Perlacia
Responsable de Comunicación