El sabio refranero español dice: “en casa del herrero, cuchillo de palo” y ninguna frase refleja mejor la dinámica que el día a día provoca en algunas empresas que formamos parte del sector del marketing en todas sus vertientes. Creamos imagen corporativa para otras entidades y eso implica no sólo diseñar un logotipo, sino desarrollar un mix de acciones que asocien a esa marca unos valores determinados.
Y la nuestra ¿qué? ¿reflejamos convenientemente la importancia de nuestro trabajo? ¿vendemos convenientemente nuestro valor añadido? ¿ofrecemos una apropiada atención al cliente?
Hace algunos días, un potencial cliente nos solicitaba una propuesta para la organización de un evento. Habitualmente, esta es una de las peticiones que más dilemas crean en una agencia: por un lado, captar negocio es uno de nuestros objetivos, pero por otro, no es la primera vez que tras trabajar con todo detalle una propuesta, el supuesto cliente aprovecha dicha información para “puentear” a la agencia, con un absoluto desprecio y falta de respeto hacia su trabajo. ¿Qué hacer ante esta situación?
Siguiendo con la anécdota, a este cliente al que hacíamos referencia le sorprendía nuestra insistencia en delimitar claramente la viabilidad del proyecto y, por otro lado, nos comentaba cómo después de haber contactado con varias empresas, algunas de ellas ni siquiera le habían respondido y otras le habían dicho literalmente “que no querían trabajar en balde”. ¿Esa es la imagen corporativa que queremos proyectar?
Durante los últimos años el sector ha sufrido enormemente las consecuencias de la crisis económica. Las tarifas han experimentado una gran caída, es necesario trabajar muchas más horas para conseguir objetivos que hace algunos años eran fácilmente alcanzables, muchas empresas han cerrado y muchos profesionales se han encontrado en el paro. Con toda esta situación, ninguna empresa del sector del marketing debería permitirse el lujo de despreciar la petición de un cliente y no sólo por su imagen corporativa, sino por la reputación del sector en general.
Hoy más que nunca, en un momento en el que parece que algo se mueve en el sector y que comienzan a vislumbrarse las primeras luces al final del tunel, los profesionales y empresas que nos dedicamos a todo tipo de servicios de marketing, comunicación, etc. debemos poner el máximo interés y esfuerzo para poner en valor la importancia de nuestro trabajo y ser ejemplo de buen hacer y de una exquisita atención al cliente.
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