Escribir en Internet está al alcance de cualquier persona. Las redes sociales, los blogs y bitácoras, la web 2.0 en general ha democratizado la creación de contenidos, de manera que todos podemos volcar conocimientos, opiniones y relatos en Internet. Sin embargo, no todos alcanzan el mismo éxito. Al margen de la calidad del contenido, el posicionamiento SEO y sus técnicas son un factor clave para obtener visibilidad en la red.
¿Qué es el posicionamiento SEO?
Todo el mundo ha oído hablar de él. Se han dedicado miles de artículos, informaciones, libros convencionales y digitales, infografías, etc. a definir lo que es. Al poner posicionamiento SEO en el buscador de Google aparecen más de 600 millones de resultados. Aún así, no todo el mundo utiliza sus técnicas correctamente, así que de vez en cuando, conviene recordar lo básico.
Search Engine Optimization, más conocido vulgarmente como posicionamiento SEO, posicionamiento en buscadores u optimización de motores de búsqueda, es un conjunto de técnicas utilizadas para intentar dar la mayor visibilidad posible a una página web cuando los internautas realizan una búsqueda, es decir, ubicarse en las mejores posiciones, en función de unas palabras clave.
Esto que puede parecer algo muy técnico y que de hecho lo es, se convierte en una auténtica lucha encarnizada, ya que hay pocas posiciones privilegiadas (Google sólo muestra diez resultados por página) y aparecer más allá de la segunda o tercera página es prácticamente como no existir.
Técnicas básicas de posicionamiento SEO
Al margen de las técnicas más profesionales, dominadas sólo por especialistas, que intentan desentrañar los secretos del algoritmo de Google (que para los no iniciados es algo así como la fórmula de la CocaCola), los usuarios de a pie, pueden aplicar sencillas técnicas y consejos de posicionamiento SEO a los textos, para intentar conseguir una buena visibilidad para sus contenidos.
Algunos de estos consejos básicos son los siguientes:
1. La longitud del texto no debe exceder las 500-600 palabras, ni estar muy por debajo de las 300. Un texto equilibrado debe contener la suficiente información de interés, pero sin excesos.
2. Los párrafos deben ser cortos y bien estructurados. Máximo cinco líneas.
3. Antes de escribir, reflexiona: ¿cuál es el tema? Si tú fueses un internauta buscando información sobre dicho tema, ¿qué palabras pondrías en el buscador? Anota dichas palabras y busca sinónimos. Herramientas como Google Adwords o Market Samurai pueden ayudarte a construir una lista de palabras clave para utilizar en tu texto.
4. Cuando hablamos de palabras clave, no nos referimos a una única palabra, sino a un conjunto de palabras, como máximo tres. Por ejemplo: la palabra clave en este post sería posicionamiento SEO.
5. El título es fundamental. Corto, directo y que contenga la palabra clave principal. Los títulos llamativos u originales, no necesariamente posicionan bien.
6. Utiliza pequeños subtítulos con palabras clave, para separar bloques de texto.
7. Reparte las palabras clave de forma equilibrada a lo largo de todo el contenido y utiliza la negrita para destacarlas.
8. Utiliza imágenes e intenta que también se incluya alguna palabra clave en el nombre del archivo y en el texto alternativo de la imagen (texto que aparece cuando la imagen no es visible por diversas causas).
9. Crea al menos dos enlaces desde tu texto a páginas web que tengan relación directa con el tema que estás tratando. Esto enriquece el contenido y ayuda asimismo al posicionamiento.
Pon en práctica estos sencillos consejos y verás cómo mejoran tus opciones de éxito.
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